Hoy he vuelto a hacer la actividad de yo soy robot con una dificultad añadida. Hoy tenían que ir a recoger a la mascota de la clase pero había dos o tres casillas por las que no podían pasar porque tenían el peligro de poder ser atacados.
Como siempre uno ha sido el robot y otro el instructor y han sido capaces de dar al robot las instrucciones precisas y necesarias para llegar a la casilla donde estaba foca sin pasar por la casilla donde se encontraba el peligro.
La indicación de los pasos todavía lo hacen de uno en uno, es decir, no le indican al robot dos pasos hacia delante sino que primero le indican un paso y luego otro.
Siguen presentando problemas a la hora del giro.
También he realizado este material, que son los botones que tiene un robot, para facilitar y hacerle más concreto a los niños los posibles pasos que puede dar el robot y hacia dónde pueden moverse.
Se los coloco en la espalda con un tesafilm y la visualización de estos botones le facilita la actividad.
Los niños a los que imparto clase tienen 4 años y por lo tanto tienen más dificultades para el pensamiento abstracto que los mayores
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